A riesgo de ser demasiado rigurosos con nuestras propias conclusiones, el accidente ocurrido hace unos días en Totalán y en el que perdiera la vida el pequeño Julen presenta, a mi juicio, algunas incógnitas que todavía no se han despejado debidamente y cuyos aspectos presentan serias dudas sobre lo que pudo haber ocurrido realmente.
Dos distintos son los aspectos que desde un primer momento a mí, personalmente, me han llamado poderosamente la atención:
Primero: el hecho de que, según los forenses, el pequeño Julen se hubiera precipitado en el interior pozo en caída libre. Es decir, a pies juntillas y los brazos extendidos hacia arriba.
Segundo: la circunstancia de que sobre su cabeza se hubiera formado un tapón de las características ya mencionadas por los especialistas.
Si consideramos que un niño de esa edad, mientras juega en el campo, merodea por las proximidades de un pozo perforado del que no se percata, resulta lógico pensar que al dar un paso en falso, sólo esa pierna sería la que se introdujera por la boca abierta mientras, precisamente, la otra pierna y el resto del cuerpo, al quedar atravesados impedirían que el niño se precipitase en el interior y, mucho menos, con ambos pies por delante.
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Si, además, admitiésemos que Julen se precipitó al pozo en caída libre, me cuesta mucho creer que los sedimentos arrastrados en su descenso por el roce con las paredes hubiera permitido la formación de un tapón tan compacto y de tales características sobre su cabeza.
A tenor de todo lo expuesto pudiera dar la sensación de que mi intención es sólo la de encontrar un culpable de tan lamentable accidente pero considero que el silencio eterno de Julen no tendría por qué admitir como ciertas determinadas dudas en torno a un trágico suceso en el que, efectivamente, se hizo todo lo imposible por rescatarle con vida aún a riesgo de no parecer del todo verosímiles las primeras versiones vertidas sobre lo ocurrido.
Seguiré a la espera de escuchar una definitiva versión policial creíble aún a riesgo de haber hecho el ridículo con las especulaciones, -que por un silencio lógico sobre el sumario-, yo mismo me he ido preguntando sobre el caso desde un principio.
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