Millones de españolitos nos encontramos confinados en nuestros domicilios –no olvidemos a los sin techo, por favor– para intentar frenar esta pandemia y evitar saturar los centros sanitarios. Ahora, más que nunca, nos hemos vuelto seguidores de todo tipo de medios de comunicación, estamos ávidos de información. En estos quince días, o más, podremos valorar quién nos ofrece noticias veraces; constatáremos qué medios de comunicación están ahí por el dinero. Da vergüenza leer periódicos online que aprovechan la coyuntura para ganar unos clics en su web. Ahora, más que nunca, es necesaria la unidad del pueblo español. Los mensajes separatistas, nacionalistas, catastrofistas o que aboguen por una solución local…sobran. Una pandemia es una situación de alarma global que no conoce de fronteras. Aunque tarde, aplaudo el Estado de Alarma. Las autoridades competentes deberían ser más enérgicas con las desobediencias por violar las órdenes dictadas por el Gobierno de España. En el sur de Tenerife se han dado situaciones sorprendentes; los agentes de la policía local y nacional han tenido que desalojar playas y “baretos” cargados de “guiris” consumidores de “litronas”… seguramente en su país de origen no tienen la suficiente testosterona para retar una orden de las autoridades. Mención aparte merece el comentario que, una individua huida de la justicia y su amado líder han hecho sobre Madrid y los madrileños. Espero que el virus no llegue a sus lugares de residencia. Vaya por delante de toda esta basura (me refiero a los que aprovechan la situación) mi aplauso más fuerte a todos los que están trabajando para salvar vidas…”vidas”…que es lo único que tenemos en propiedad. Y, por último, a nuestro rey sí que le ha afectado el “corona…emérito”. Menos mal que ha ido por delante y renunció a la herencia envenenada. País de locos.- Confucio.
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